DÍA 1 DE OCTUBRE

 

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SANTA TERESA DEL NIÑO JESÚS[Murió el 30 de septiembre y su memoria se celebra el 1 de octubre]. Nació en Alençon (Normandía, Francia) el año 1873 en el seno de una familia muy cristiana; fueron sus padres los beatos Luis Martin y Celia Guérin (cf. 13 de julio). Siendo aún adolescente entró en las Carmelitas Descalzas de Lisieux, ejercitándose sobre todo en la humildad, la sencillez evangélica y la confianza en Dios, virtudes que se esforzó en inculcar, de palabra y con el ejemplo, sobre todo en las novicias, de las que era maestra. En sus cartas y sobre todo en su autobiografía, la «Historia de un alma», nos dejó un testimonio admirable de su vida de fe por el camino de la infancia espiritual, en medio de grandes pruebas y tribulaciones. Allí escribe: «Mi vocación es el amor... En el corazón de la Iglesia, que es mi madre, yo seré el amor». Murió el 30 de septiembre de 1897, ofreciendo su vida por la salvación de las almas y por el incremento de la Iglesia. Pío XI la proclamó patrona de las misiones, y Juan Pablo II, doctora de la Iglesia.- Oración Oh Dios, que has preparado tu reino para los humildes y los sencillos, concédenos la gracia de seguir confiadamente el camino de santa Teresa del Niño Jesús, para que nos sea revelada, por su intercesión, tu gloria eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

BEATO JUAN DE PALAFOX Y MENDOZA. Nació en Fitero (Navarra, España) el año 1600, hijo natural del marqués de Ariza. De joven mostró interés por la carrera militar. Estudió en Huesca, Alcalá y Salamanca. En 1626 entró al servicio de la Monarquía, en 1629 se ordenó sacerdote y en 1639 recibió la consagración episcopal. Nombrado primer obispo de Puebla de los Ángeles (México), ejerció también importantes cargos y responsabilidades civiles. Regresó a España en 1649 y en 1654 fue destinado a la diócesis de Osma (Soria), donde murió el 1-X-1659. Notas destacadas de su espiritualidad fueron la opción por los pobres, la caridad y solicitud con los sacerdotes, el celo pastoral por las necesidades de los fieles, la oración y la devoción eucarística, el amor a la Virgen. De él dijo Benedicto XVI: «Luminosa figura de obispo del siglo XVII en México y España; fue un hombre de vasta cultura y profunda espiritualidad, gran reformador, Pastor incansable y defensor de los indios».

BEATO ANTONIO REWERA. Nació en Samborzec (Polonia) el año 1869. En 1884 entró en el seminario diocesano de Sandomierz, se licenció en teología en Petersburgo y el año 1893 se ordenó de sacerdote. Fue profesor, vicerrector y director espiritual del seminario. Formó parte del cabildo de la catedral y el papa Benedicto XV lo nombró prelado doméstico de Su Santidad. Llevaba una vida sencilla, humilde y pobre, y dedicaba muchas horas al confesonario. Era muy amante de san Francisco y de la espiritualidad franciscana, que trató de difundir de palabra y por escrito. Fue director espiritual de la Tercera Orden Franciscana, de la que surgió una nueva congregación religiosa, la de las Hijas de San Francisco Seráfico, para reunir a mujeres que no tuvieran acomodo en la sociedad y para prestar servicio doméstico a sacerdotes sin familia. La Gestapo lo arrestó en marzo de 1942. Pasó por el campo de concentración de Oswiecim (Polonia) y fue a parar al de Dachau (Alemania). No soportó las durísimas condiciones de vida del campo y murió agotado el 1 de octubre de 1942.

BEATA CECILIA EUSEPI. Nació en Monte Romano (Italia) el año 1910 en una familia humilde. A los cinco años, huérfana ya de padre, fue confiada a las monjas Cistercienses de Nepi. Allí hizo la primera Comunión, que marcó el desarrollo de su vida interior. En 1922 ingresó en la Tercera Orden de los Siervos de María; una enfermedad la obligó a volver a casa; un año después lo intentó de nuevo, pero en 1926, enferma de tuberculosis intestinal, tuvo que abandonar el monasterio. Esta joven de 18 años, que aspiraba a ser religiosa y misionera, se vio obligada a abandonar el convento a causa de una enfermedad, que vivió con fe inquebrantable, demostrando una gran capacidad de sacrificio para la salvación de las almas. En sus últimos días, en profunda unión con Cristo crucificado, repetía: «Es hermoso entregarse a Jesús, que se entregó totalmente por nosotros». Su mensaje para hoy: la fortaleza en las adversidades y la confianza en la Providencia son frutos del árbol de la vida, que es Cristo. Murió en Nepi el 1-X-1928. Beatificada en 2012.

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San Bavón de Gante. Nació en Brabante el año 589 en el seno de una familia acomodada. Contrajo matrimonio con la hija del conde Adilión, de la que tuvo una hija. Llevó vida disoluta hasta que, a raíz del fallecimiento de su esposa, se sumergió en una profunda crisis religiosa. Preguntó a san Amando, misionero de aquellas tierras, sobre la orientación de su vida, y el santo le contestó que se consagrara a Dios. Se desprendió de sus bienes e ingresó en el monasterio que san Amando había fundado en Gante. Durante algún tiempo acompañó al santo en sus correrías apostólicas, pero luego se retiró a la vida enteramente contemplativa. Murió el año 654 en Gante (Bélgica).

San Nicecio de Tréveris. Nació en Limoges (Francia), donde abrazó la vida monástica, llegando a ser abad. Fue elegido obispo de Tréveris (Alemania) hacia el año 525. Según san Gregorio de Tours, fue «fuerte en la predicación, terrible en la argumentación, constante en la enseñanza». Hizo una amplia labor pastoral, reglamentando la vida del clero, impulsando el monacato y reconstruyendo numerosas iglesias. Fue firme ante los príncipes y reyes, y no dudó en excomulgar a Clotario I, rey de los francos, que en venganza lo desterró. De regreso en Tréveris, murió hacia el año 566.

San Piatón. Fue un sacerdote evangelizador del territorio de Tournai y que murió mártir en Seclin (Francia) en el siglo III/IV.

San Román el Meloda. Nació a finales del silo V en Emesa, la actual Homs (Siria). Era de raza y religión judía, y se convirtió al cristianismo. Estudió en el Líbano y se ordenó de diácono. Luego pasó a Constantinopla y muy pronto tuvo fama de excelente compositor de himnos litúrgicos, muchos de los cuales aún se conservan. Entre éstos está el famoso Akátistos dedicado a la Virgen. Murió en Constantinopla algo después del año 550.

Santos Verísimo, Máxima y Julia. Eran hermanos y sufrieron cárcel y tormentos antes de ser decapitados en Lisboa (Portugal), probablemente en la persecución del emperador Diocleciano, siglo III/IV.

San Wasnulfo. Monje de origen escocés que murió en Condé-sur-l'Escaut (Bélgica) en el siglo VII.

Beato Adolfo Mariano Anel Andreu. Nació en Josa (Teruel) en 1910. Vistió el hábito de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en 1927. En 1933 lo destinaron al Colegio Bonanova de Barcelona. Cuando el 19 de julio de 1936 el Colegio fue asaltado por los milicianos, él pudo escapar y refugiarse en casa de un primo suyo. Alguien le aconsejó que se afiliara a las milicias. Y así lo hizo, como voluntario. Unos 15 días después dijo a su familia: "¡Creo que sospechan de mí y me mandan al frente!". Lo asesinaron en la primera quincena de octubre de 1936.

Beato Álvaro Sanjuán Canet. Nació en Alcocer de Planes, provincia de Alicante (España), el año 1908. De niño entró en el seminario de los salesianos, en los que profesó en 1925. Estudió en Turín (Italia) y se ordenó de sacerdote en Barcelona en 1934. Lo destinaron al colegio salesiano de Alcoy, y allí ejerció su apostolado hasta la llegada de la guerra civil española. Entonces se refugió en Cocentaina con sus padres, pero pronto lo detuvieron los milicianos. El 1 de octubre de 1936, por ser sacerdote y religioso, lo acribillaron a balazos en una cuneta, en el término municipal de Villena (Alicante).

Beato Carmelo Juan Pérez Rodríguez. Nació en Vimianzo (La Coruña, España) el año 1908. Ingresó en los salesianos, e hizo la profesión religiosa en 1927. Estudió en Turín (Italia) la teología. Cuando estalló la persecución religiosa de 1936, se encontraba de paso en Madrid, adonde había ido de vacaciones después de ordenarse de subdiácono; lo encarcelaron, lo dejaron en libertad, y el 1 de octubre de 1936 los milicianos lo reconocieron como religioso y por ello lo fusilaron. Fue beatificado el 2007.

Beatos Eduardo Campion (o Geraldo Edwards) y compañeros mártires. El 1 de octubre de 1588, en tiempo de Isabel I, fueron ahorcados, destripados y descuartizados en Canterbury (Inglaterra) estos cuatro mártires: Eduardo Campion (también conocido como Geraldo Edwards), Roberto Wilcox, Cristóbal Buxton y Roberto Widmerpool, por su firmeza en la fe católica y en su fidelidad al Papa y a la Iglesia. Eduardo nació en Ludlow el año 1552 de una familia protestante. Estudió en Oxford y pasó al servicio del lord G. E. Drake. Por el contacto con católicos se hizo católico, y en 1587 se ordenó de sacerdote en Francia. Volvió a Inglaterra y enseguida fue apresado. Confesó que se había convertido al catolicismo y que había recibido la ordenación sacerdotal, y lo condenaron. Roberto Wilcox nació en Chester el año 1558 y se ordenó de sacerdote en Reims el año 1585. Regresó a su patria, y pronto lo apresaron y condenaron. Cristóbal nació en Derbyshire el año 1562, se convirtió al catolicismo, y se ordenó de sacerdote en 1586. De regreso en su país, sólo pudo ejercer el apostolado dos meses, pues lo arrestaron y condenaron. Roberto Widmerpool nació en Widmerpool en 1560. Era seglar y lo condenaron por haber ayudado a sacerdotes y haberlos hospedado.

Beata Florencia Caerols Martínez. Nació en Caudete (Albacete, España) el año 1890, pero su vida se desarrolló en Alcoy (Alicante). Era de condición modesta y trabajaba en la industria textil. Fue un apóstol tanto en lo religioso como en lo social, con intensa vida espiritual y decidida entrega al prójimo. Perteneció a varias instituciones religiosas y fue presidenta del Sindicato Católico Femenino. Al llegar la revolución española de 1936, la encarcelaron y, después de soportar muchos suplicios, la fusilaron en Rotglá y Corbera (Valencia) el 1 de octubre de 1936.

Beatos Gaspar Hikojiro y Andrés Yoshida. Eran dos seglares japoneses, cristianos fervientes, catequistas, que ayudaban y acompañaban a los misioneros y los hospedaban en sus casas. Por eso los detuvieron y los encarcelaron en Nagasaki. En la cárcel recibieron el consuelo de los misioneros que consiguieron entrar en ella y que los animaron, los confortaron y los confesaron. Fueron decapitados en 1617.

Beatos Juan de Mata Díez e Higinio de Mata Díez, postulantes salesianos. Eran hermanos carnales, nacidos en Ubierna (Burgos) en 1903 y 1909 respectivamente; en su casa vivieron un ambiente muy religioso. Los dos hermanos, junto con el beato Carmelo Juan Pérez, fueron arrestados el 1-X-1936 y llevados por sus verdugos a un lugar desconocido donde los fusilaron. Juan, a impulsos de la vida de piedad en que había crecido, quiso alejarse del mundo y vivir como simple colaborador en una casa salesiana. La persecución religiosa de julio de 1936 le sorprendió en el colegio salesiano de Madrid-Atocha. Higinio permaneció con su familia hasta los 25 años. El beato Enrique Sáiz (2 de octubre), conociendo su piedad y seriedad de vida, lo llevó consigo a Carabanchel Alto (Madrid) para encaminarlo al estado religioso; era postulante cuando lo detuvieron y martirizaron.

Beato Juan Robinson. Nació en Ferrensbyre (Inglaterra) el año 1530. En su juventud contrajo matrimonio y creó una familia. Ya mayor, cuando quedó viudo, decidió abrazar la vida sacerdotal, y fue ordenado de sacerdote en Reims (Francia) el año 1585. Embarcó hacia su patria, pero fue arrestado a bordo en el puerto de Suffolk. Aunque lo condenaron a muerte, estuvo en la cárcel hasta que, con motivo de la llegada de la Armada Invencible, el gobierno inglés decidió ejecutar a los sacerdotes católicos que estuvieran encarcelados. Lo horcaron, destriparon y descuartizaron en Ipswich de Suffolk el 1 de octubre de 1588.

Beato Luis María Monti. Nació en Bovisio, provincia de Milán, el año 1825. De joven fue un animador de la vida cristiana en su pueblo. Él era carpintero de profesión. En 1846 se consagró a Dios con votos privados. Estuvo seis años en los Hijos de María Inmaculada, fundados por el beato Ludovico Pavoni. Luego trabajó en Roma como enfermero en el hospital del Santo Spirito. Se le unieron algunos compañeros y con ellos fundó la Congregación de los Hijos de la Inmaculada Concepción para atender a los pobres y asistir a enfermos y a huérfanos, y cuidar la formación de los jóvenes. Murió en Saronno (Lombardía) el año 1900. Fue beatificado en el 2003.

Beato Mateo Garolera Masferrer, coadjutor salesiano. Nació en San Miguel de Oladella (Girona, España) el año 1888. Ingresó en la Sociedad Salesiana de Don Bosco y en ella hizo su profesión religiosa en 1916. Fue piadoso, humilde, fiel a sus deberes. Cuando los milicianos ocuparon su colegio de Madrid en julio de 1936, fue arrestado con toda la comunidad, y luego liberado. El 1 de octubre de aquel mismo año fue detenido de nuevo y fusilado en Madrid. Beatificado el año 2007.

Beatos Rodolfo Crockett y Eduardo James. Son dos sacerdotes ingleses que, por su condición sacerdotal y por haber querido ejercer su ministerio en Inglaterra, fueron ahorcados, destripados y descuartizados en Chichester el 1 de octubre de 1588. Rodolfo nació en Barton Hill el año 1552, estudió en Cambridge y Oxford, y estuvo ejerciendo la docencia. Convertido al catolicismo, ingresó en el colegio inglés de Reims (Francia) y se ordenó de sacerdote en 1585. Al año siguiente regresó a su patria, fue detenido y pasó en la cárcel más de dos años. Eduardo nació en Beston hacia 1559. Estudió algunos años en Oxford y tras el encuentro con un católico en Londres, abrazó el catolicismo. También estudió en Reims y recibió la ordenación sacerdotal en 1583. Volvió a Inglaterra en 1586.

PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN

Pensamiento bíblico:

Dijo Jesús: -Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el Reino de los cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos. Y el que acoge a un niño como éste en mi nombre, me acoge a mí. Pero al que escandalice a uno de estos pequeños, más le vale que le cuelguen al cuello una piedra de molino y lo hundan en lo profundo del mar (Mt 18,3-6).

Pensamiento franciscano:

Dice san Francisco en su Regla: -Devolvamos todos los bienes al Señor Dios altísimo y sumo, y reconozcamos que todos los bienes son de él, y démosle gracias por todos a él, de quien proceden todos los bienes (1 R 17,17).

Orar con la Iglesia:

Confortados por la presencia de Cristo Jesús entre nosotros, oremos por las necesidades de la Iglesia y del mundo.

- Para que toda la Iglesia asuma con entusiasmo la misión de anunciar el Evangelio al mundo entero.

- Para que los creyentes seamos en nuestro ambiente sal de la tierra y luz del mundo.

- Para que el amor de Cristo nos convierta en levadura evangélica de esperanza y renovación.

- Para que las familias cristianas sean testigos de los valores evangélicos ante sus hijos.

- Para que siempre haya jóvenes dispuestos a entregarse al servicio de Dios y de los hombres