NUESTRA REGLA DE VIDA

La Regla de Vida es el acuerdo básico que hacemos juntos para nuestra vida en comunidad. Estos compromisos, informados por los Principios y regidos por nuestras Constituciones, constituyen nuestra Regla general.

 

Al aplicar el espíritu de Los Principios de la Primera Orden a nuestra vida y trabajo diarios, y en reconocimiento de nuestros votos de pobreza, castidad y obediencia, nosotros, los miembros de la Primera Orden, nos comprometemos a observar la siguiente Regla de Vida:

 

Oración

 

Estar presente con frecuencia en la Eucaristía, teniendo como ideal la comunión diaria. Estar presente en los Oficios que se dicen en cada casa y rezar los Oficios en privado cuando no pueda hacerlo colectivamente. Estos serán normalmente los Oficios de Oración de la Mañana, Oración del Mediodía, Oración de la Tarde y Oración de la Noche. Pasar al menos una hora al día en oración además del tiempo dedicado a la Eucaristía y los Oficios. Cuando esté fuera de casa, para observar la Oración Matutina y Vespertina, asegure al menos media hora diaria para la oración y esté presente en la Eucaristía según se presente la oportunidad.

 

Estudiar

Dedicar algunas horas cada semana al estudio.

 

Trabajar

Efectuar los trabajos manuales que prescriba el jefe de la casa.

 

Silencio

Observar las reglas señaladas de silencio.

 

Ayuno

Observar las reglas de ayuno según la costumbre de la casa y no excederlas sin permiso.

 

Penitencia

vivir la vida de penitencia; examinar diariamente la conciencia y confesar los pecados a Dios y, teniendo en especial estima el sacramento de la confesión y la absolución por el cual somos limpios del pecado y renovados en la vida de la gracia, buscar el beneficio de la absolución como lo exige la conciencia.

 

Retiro

Hacer un retiro al menos una vez al año.

 

Descansar

Tener un feriado cada año, según lo definido en los Estatutos Provinciales.

La regla

 

Familiarizarse con los documentos de la Sociedad mediante la lectura de la Regla.